Inicio de una valoración global
José Miguel Sunyer Martín · 25/05/2012
Fuente: Sunyer
Mi primera revisión de todo eso que ya ha sido.
Estamos a mediados del mes de mayo de 2012 y mis horas universitarias tocan a su fin. Por esta razón me he puesto ante el ordenador y ante esta mi página, para tratar de poner un poco de orden y hacer una especie de balance general de todos mis años como profesor de la Facultad de Psicología de la URL desde 1995. Han sido, pues, diecisiete años dedicados a la facultad y a los alumnos que, a la postre, han sido los auténticos destinatarios de todos mis esfuerzos.
Parte de esta labor ha consistido en escribir. La escritura ha sido para mí el punto en torno al que he podido ir construyéndome, ya que al poner sobre el papel mis ideas y expresar mis deseos y temores he podido organizar mi propio pensamiento. Esta importancia la sigue teniendo hoy en día.
El primer período lectivo, que comprendería desde ese inicio que recuerdo con horror al tiempo que con mucha ilusión, abarca desde septiembre de 1995 hasta el inicio del curso del año 2000. En aquellos momentos había ordenadores, claro; pero el uso de internet todavía no estaba muy extendido. Y, aunque el deseo de escribir estaba presente, recurrí a fotocopias de artículos de otras personas que servían como eje central de las discusiones en clase.
Creo que nunca he sabido dar una clase. Mi forma de pensar y de hacer me impedían ponerme frente a un auditorio y exponer una serie de ideas a quienes las quisieran oír, y confeccionar al final de curso un sistema llamado examen mediante el que averiguaría el grado de digestión y aprendizaje más o menos memorístico de lo que había dicho. Siempre he creído que eso de dar clase es un buen sistema para quien no quiere complicarse la vida; pero para aquellos a los que nos gusta que el alumno vaya descubriendo por sí mismo hasta donde quiere llegar en esas cosas de la psicología, quizás no sea la mejor manera. Claro que esto exige mucho más que el primer modo de hacer. Y, sobre todo, exige caminar por el sendero de la incertidumbre: no sabemos realmente qué es lo que realmente les interesa a los alumnos, hasta dónde quieren aprender y qué les puede ser útil.
Pero estas cosas las digo hoy, tras esos diecisiete años de experiencia lectiva que me han enseñado un montón de cosas y por las que nunca dejaré de dar las gracias.
El primer texto que escribí era más el programa que otra cosa. Y en él ya se percibe una forma de encarar eso de dar clase, que buscaba, y sigue buscando, que los conocimientos nazcan de la interrelación, que surjan de un proceso en el que los alumnos y el profesor vayan construyendo eso que llamamos oficialmente una asignatura.
El nombre de la misma, Orientación Psicológica, en realidad, es muy interesante: por mucho que he intentado comprender qué es lo que los diversos autores han escrito sobre la materia y a pesar de su nombre inglés (counselling) y de la existencia de cursos formativos y asociaciones que agrupan a estos profesionales, no he sido muy capaz de comprender qué es realmente, y he optado por desarrollar junto con mis alumnos lo que para nosotros puede ser eso de la Orientación Psicológica.
Este es uno de mis primeros escritos:
El planteamiento es muy sencillo. La clase es un espacio en el que estamos muchas personas, como 50 o más.Uno puede considerarla desde diversas posiciones, pero personalmente prefiero pensar que estoy con un grupo. No ante un grupo sino en él. Este conjunto de personas que lo constituimos establecemos inevitablemente una serie de interdependencias, vinculantes muchas de ellas, que determinan no sólo la atmósfera grupal sino la manera de relacionarnos y los sentimientos que se derivan de todo ello. Cierto es que dado que trabajamos unos textos determinados, hay muchos elementos que se activan a través de la lectura de los mismos. Y la experiencia me indica que esos mismos elementos se activan también en las relaciones que establecemos en el grupo. Estos escritos son las reflexiones que desde mi puesto de conductor de ese grupo van aflorando en mi mente y que sirven, eso espero, de reflexión y de trabajo complementarios a la asignatura
descargar 1 A modo de reflexión global, revisado.pdf