Yo diría que sí. Porque es cierto que hay muchas cosas por las que preocuparse que, en un juego de palabras parecería que es estar ocupado previamente. Y en cierta manera es mejor ocuparse de las cosas que preocuparse por ellas. Pero ciertamente sí, andar todo el día preocupado, con cara de preocupación es señal de ansiedad.
Porque sabiendo que tenemos muchas cosas y muchos compromisos, uno debería saber dosificarse lo suficientemente bien como para que esas responsabilidades no le acaben ocupando más de lo necesario. Esa preocupación que no nos deja dormir, que nos lleva a consultar el correo o los mensajes constantemente, ese no poder dejar el móvil porque sin él parece que no somos nada, esas preocupaciones por la forma de vestir o de hacer… hay un punto en todo esto que cuando se extralimita entramos en una zona que no es sino la expresión de nuestra ansiedad.
O este andar preocupado por cuestiones laborales, o en preparar las actividades de esta semana, o… Tuve un profesor que siempre nos repetía: ¡para 100 años que hay que vivir, no vale la pena preocuparse! Andar pre-ocupado es una forma de no vivir el presente, de no centrarse en lo que tenemos que hacer cada día. Es estar agobiado, ansioso frente a lo que voy a tener que hacer o ante la imagen que tengo que dar. Hay quien se preocupa mucho por su forma física, por su estética, por aparentar…